Lucha histórica de la Casa del Estudiante de BCS en CDMX

Nunca ha habido momento más oportuno para detenernos a cuestionar los orígenes de los conflictos que se están desarrollando; conflictos que parecen encontrarse suspendidos en el presente pero que en realidad tienen una larga trayectoria de lucha y en cuyos orígenes hay raíces políticas y económicas fuertemente entrelazadas que rescatarlas pueden servirnos de muchos para clarificar más el panorama actual.

La Casa del Estudiante Sudcaliforniano en CDMX propicia unas condiciones para la reflexión y la solidaridad ya que no es muy difícil pensar en un joven de poco menos de clase media que cuya realización profesional se encuentra en la Ciudad de México. La mayoría sabemos lo que significa estar fuera de casa por más de un mes, tener que lidiar con una estricta administración del dinero, batallar para conseguir becas, apoyos y no tener la mínima idea de dónde vas a dormir, a dónde vas a llegar y con quién. Hay jóvenes que simple y sencillamente por no contar con el dinero suficiente para pagar una renta ni tener contactos allá, no hubieran podido realizar su estancia/movilidad de no haber sido por la Casa del Estudiante.

Por otra parte, esta situación nos obliga a voltear y preguntarnos quiénes han estado en la casa, cómo surgió, cómo se ha mantenido, a cuántos jóvenes ha recibido, y por qué es tan importante su mantenimiento, conservación y funcionamiento. Pues bien, aquí debajo les dejo un fragmento del libro: «La composición del Poder en BCS», publicado por la UABCS en 1989 y cuyos datos resultan muy reveladores ya que nos habla de una Casa llena de vida, organizada, cercana a los ciudadanos, con un gran potencial político y muy dispuestos a aprender.

«…Un movimiento  estudiantil que es la excepción a este proceso es el de la Casa de Estudiantes Sudcaliforniano en el D. F. (fundada desde mucho tiempo atrás) de donde surge la Asociación de Estudiantes Sudcalifornianos en México (AESM) en el año de 1976.

Este movimiento se enmarca dentro de las luchas estudiantiles a nivel nacional de la década de los setenta y en general dentro de un fuerte proceso de politización de los jóvenes, de donde surgen diversos partidos políticos y movimientos populares.

La Casa del estudiante sudcaliforniano en México, estaba subsidiada al igual que sus gemelas de otros estados por una partida especial del gobierno federal y otra del gobierno estatal y su aparato administrativo incluyendo al director de la casa era nombrado por el gobernador.

Durante los últimos meses de 1976, los estudiantes levantaron una protesta por la forma en que administraba la casa Carlos Moyrón director de la misma en esos momentos. Se quejaba fundamentalmente de la antidemocracia en la toma de decisiones que les afectan y el escaso interés que ponía en mejorar la condiciones económicas y de infraestructura de la casa.

El movimiento empezó a crecer y antes de que terminara el año, los principales dirigentes se trasladaron a la ciudad de La Paz donde se dedicaron a divulgar la lucha, a organizar el apoyo de padres de familia y a entrevistarse con el entonces gobernador del estado Ángel César Mendoza Aramburo. El resultado de esas movilizaciones fue el reconocimiento de la AESM y el otorgamiento de la autonomía para la casa de estudiantes y de su organización interna.

La AESM logró tanta cohesión y fuerza que se consideraba la casa de estudiantes más combativa de las existentes en D. F. y que el lado de las de Guerrero, Tabasco, Puebla, Sinaloa, Sonora y el Itsmo, formaban la dirigencia del Frente Nacional de Casas de Estudiantes de Provincia (FNCEP) organización creada para luchar por el otorgamiento y/o aumento de subsidio, acciones conjuntas contra los porros y un poco más tarde, contra el decreto propuesto por Hank González, regente de la Cd. de México, en el sentido de cerrar las casas de estudiantes por ser centros de vicio y prostitución.

Muchas de las casas fueron cerradas al retirárseles el subsidio federal, pero los estudiantes sudcalifornianos lograron que Ángel César Mendoza, negociara un convenio con el D. F., para que se respetara su existencia aunque se le retirara el subsidio. Desde entonces, los recursos económicos con que cuenta la casa provienen del gobierno estatal.

La AESM se planteó en los estatutos, la necesidad de transformar al país para lograr que el proletariado tomara el poder y afirmaba que tenía cabida dentro de la organización cualquier corriente ideológica siempre y cuando no fuera del PRI ni militar. Los miembros de la organización, se asentaba, tenía la obligación de sostener una relación de solidaridad con los explotados, tanto a nivel nacional como internacional, y en este sentido, participaron en diversos movimientos políticos de la época.

En cuanto a su estructura organizativa, la AESM sostiene que su autoridad máxima es la asamblea general y que la casa de será administrada y dirigida por tres consejos: el estudiantil, punta de lanza de la organización y coordinador de los dos consejos, el de Finanzas y el de Honor y Justicia. Además, se estatuyeron las Comisiones de Base que permiten el funcionamiento cotidiano de la casa, pues los consejos sólo se reunen una vez por año. Estas comisiones son las de: prensa y propaganda, cultura, cocina, deporte, biblioteca, mantenimiento y médica.

Entre los dirigente más importantes de aquellos años están: Leonel Cota Montaño, José Miguel Sandoval Alcaraz, Juventino Cota Montaño y Pedro René Meza Verdugo.

El aumento al subsidio y el importe de las becas, el mejoramiento del equipo y la construcción de una nueva casa han sido las demandas principales a partir de 1978-79.

La AESM ha demostrado su capacidad de organización no sólo en asuntos relacionados con la admisión y comportamientos de los estudiantes (…) también administra al personal que labora en la cocina y se encarga de la limpieza de las áreas comunes, así como el equipo con el que cuenta la casa que va desde una biblioteca de proporciones considerables hasta proyector de cine, automóvil, fotocopiadora, mimeógrafo, medicinas y otro equipo menor.

De 1982 a 1986 se presenta la caída del movimiento político generado en 1976 y que se evidencia por la inexistencia de cuadros dirigentes, la descomposición de los viejos cuadros y las constantes pugnas internas en las mismas fracciones políticas. En este período la casa (que cuenta con aproximadamente 120 miembros) presenta rasgos de descomposición y los logros administrativos se pierden. En cuanto a la formación política de los miembros de la casa, la desaparición de los viejos cuadros y la inexistencia de nuevos elementos que le inyecten vida al proyecto, ha eliminado la línea política de la casa y la vinculación con las organizaciones obreras, campesinas y populares».

 

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS.

Coord. Graziella Sánchez Mota. (1989). Sector disidente. En La composición del poder en Baja California Sur (67-90). México: Universidad Autónoma de Baja California Sur.

 

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